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El autodidacta ambulante

Liandra, la traficante de sueños

Liandra, la traficante de sueños

“…anoche soñé lo que siempre quise ser en mi vida.”

Liandra tenía doce años cuando accidentalmente una noche se coló en el sueño de su padre, ella sabía que lo que estaba viendo no podía hacerle daño, pues sin saber la razón era consciente de que estaba en un sueño y no en la realidad. Y no era su sueño exactamente, sino el de su padre. Aquella situación le cambiaria la vida. Descubrió que podía colarse en los sueños de la gente, y lo más importante, modificarlos.

Su padre entró en cólera cuando esta le contó su don.

Poco a poco se fue distanciando de él hasta que a los dieciocho años se fue a vivir con su tía. Trabajó una buena temporada con ella en “la taberna del mesías” donde servía cafés y copas a personajes dispares de todas las edades. Por la noche se colaba en sus sueños. Si alguien sufría por la pérdida de un ser querido, ella modificaba su sueño. Si alguien soñaba en algo que nunca tuvo, ella se lo ofrecía. Aquella época marchó bastante bien, hasta que la hambruna llegó al pueblo.

Decían que había estallado una guerra en el norte, que unos pensaban de una forma y otros de otra. En cualquier caso, el miedo inundo las calles. Cerraron todas las tiendas de comestibles, comenzaron a señalar con el dedo y a llevarse gente por las noches. Liandra en sus sueños veía miedo, angustia y agonía por un lado, delirios de grandeza por otro.

Su siguiente trabajo fue de ama de llaves de un señorito llamado José, muy bien formado, Por las noches hacía que el soñara con ella, pero siempre terminaba en pesadilla.

Un día comenzó a viajar por todas las mentes del pueblo. Una noche se coló en un sueño diferente al de los demás. Habían cientos de niños por todas partes, pero esos niños envejecían en cuestión de segundos, se marchitaban hasta ser solo polvo. Ella se quedó perpleja ante tal visión.

Pasó algún tiempo después de aquello, hasta que un día se cruzó con una persona que hacía marchitar la hierba que pisaba. Ella lo paró, pero se quedo en blanco sin saber que decir.

19/02/2008

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